- Evitar el pan, el arroz, pastas, papas en la alimentación motiva la bajada de glucosa, elemento esencial para el organismo.
- Un plan alimentario personalizado y ejercicio físico a diario es la fórmula magistral para bajar de peso.
- Comer pan y harinas supone retención de líquidos,dejar de ingerirlos no motiva la pérdida de grasa, sólo de agua y volumen.
Para perder peso y lucir la mejor imagen no es necesario prescindir de uno de los más deseados ingredientes culinarios: el pan y las harinas, ya no es necesario sufrir bajo las premisas de una dieta estricta, basada en proteínas, donde brillan por su ausencia los hidratos de carbono como el pan o las pastas, que se deben indicar en porciones diarias para cada persona.
El pan, es un alimento rico en hidratos de carbono, fundamentalmente glucosa, además de otros macros y micronutrientes. «La gente relaciona el pan con la obesidad, estigmatizándolo como el elemento que propicia la obesidad, pero en realidad el pan al ser rico en glucosa es fundamental para nuestra alimentación», y asegura que la «mala fama» del pan y las harinas proviene del hecho que hacen retener líquido, si no se comen, se pierde volúmen pero no grasa.
A su juicio, «la mala fama del pan y harinas proviene porque nos hace retener líquido». Lo cierto es que por cada gramo de glucógeno -elemento precursor de la glucosa utilizado como reserva en el organismo- se acumulan dos gramos de agua. De forma que cuando dejamos de comer pan, el organismo que al necesitar glucosa para vivir, vacía los depósitos arrastrando con ello el agua que tenía acumulada. Como consecuencia, «se pierde volumen y peso, pero no grasa, que es lo que define la obesidad».
No obstante, la actitud de los médicos en conseguir que la población en general ronde su peso ideal es más por cuestiones de salud, que por estética, ya que distintos estudios vienen demostrando la relación intrínseca entre el sobrepeso y varias enfermedades. En este sentido, se recuerda que son muchas las enfermedades asociadas al sobrepeso y a la obesidad como : hipertensión, diabetes, varices, problemas de columna, cadera, rodillas, trastornos del sueño, riesgos cardiovasculares e incluso varios tipos de cáncer. Y según datos recientes el 53% de la población tiene sobrepeso y el 15% es obesa.
No en vano está demostrado que «el 99% de los casos pasados dos años recuperan e incluso aumentan su peso inicial, porque no han cambiado sus hábitos alimenticios». Además de un plan equilibrado y personal, los expertos recomiendan ejercicio físico diario o día por medio.